Ya nadie me prohibirá vivir.
Ya nadie me prohibirá vivir,
por mucho que silencien mis palabras,
ellos se quedarán allí,
solos, en las barricadas,
de una guerra que aún alimentan
por qué revenden carnaza.
No me veréis de rodillas ante el ídolo,
porque antes me iré yo con el alba.
Os quedaréis con las ganas de verme
pidiendo limosna de esperanza.
Mi lucha es mía, pero no la derrota,
esa estará en vuestras mentes,
cada vez que haga reír a las personas.
Cerraréis los teatros, pero no las plazas,
taparéis mi voz con vuestros altavoces,
pero no mi palabra.
Hay algo que nunca entenderéis:
la libertad se gana,
y en setenta años, yo la tengo ganada.
Moncho Borrajo.