Volver a Barcelona.
Volver a Barcelona, es retomar mi vida en 1978, cuando llegué aquí para debutar en Don Chufo. Parece que fue hayer y han pasado ya 34 años de aquella aventura. La ciudad a cambiado y sus gentes ahora están casi desperdigadas entre razas de otros continentes y lenguas desconocidas para mi. El turismo ha hecho de esta ciudad un mini mundo que no me acaba de convencer. Paseo por la ciudad y noto que ya nadie, o casi nadie se saluda como hace años. Volver al teatro Apolo es como retomar el aire, las alegrías y las penas que aquí pasé, con mi garganta. Desde mi apartamento veo la puerta del teatro y mi cartel iluminado con neón, el sueño de todo artista, pero la vida ha pasado demasiado de prisa como para asomarse a la terraza y contemplar la luna llena, sin tener una cierta nostalgia de vida vivida con intensidad.