Tres somos multitud.

03.07.2019 21:48

Hoy el atardecer me ha traído una reflexión sencilla pero profunda, al menos para mi persona. En una isla preciosa y mientras el sol se ocultaba entre las pocas nubes que jugaban a no tocar el horizonte , por temor a quemarse , volvíamos a casa los que últimamente somos los de siempre, y en casa esperando Marco, mi perro; desde hace un año y medio, el de siempre también. Fuimos a un sitio donde esperábamos haber encontrado a un grupo de personas, para hablar de un tema, que no viene al caso, pero no había nadie, y los que estaban, debatían algo muy sesudamente en una habitación de la casa , sin enterarse de lo que sucedía, que no era nada, porque no sucedió nada, no había nadie. Candelaria, José y un servidor, salimos del lugar en cuestión y volvimos a casa, al precioso valle de la Orotava. Al llegar a él, el sol nos saludó levemente y se pasó al otro lado de la raya del horizonte, dejándolo en naranjas, rojos y amarillos, que se morían lentamente. Marco estaba adormilado y salió a recibirme como si viera a un fantasma y volvió al sofá, de donde había bajado, cuando me escuchó entrar. 
Teatros llenos, salas de fiesta en las que no se podía entrar etc, etc, Candelaria y José, dos seres humanos que desde hace un tiempo siempre están ahí, es un lujo, saber que hay dos personas que te quieren por Ramón, todo un privilegio. Puedo presumir de poder decir, que hoy fueron estos dos, pero se que hay algunos más, que hubieran estado encantados de haber sido hoy mi compañía y yo la de ellos. Los que no estaban no se quienes son. 
Tres y un perro somos multitud. Moncho Borrajo