sentado en el jardín de la esperanza...
Sentado en el jardín de la esperanza, contemplo el paso de mis años, con la paz que da lo vivido, lo amado, lo llorado y lo sufrido y esa lluvia de gotitas de felicidad que han aparecido en mi vida a lo largo de estos años. Dentro de 16 días cumplo 70 años y claro está entro en los 71, como aseguraba mi padre. Como decía Neruda en el título de sus memorias:" Confieso que he vivido" y es cierto he vivido, con todo con lo que esa frase trae consigo. Debería de empezar a escribir la segunda parte de mis memorias, pero... esperaré a que se curen las heridas de estos últimos años, que han sido muchas y dolorosas, aunque como buen payaso que soy, pocos conocen la verdad de estos últimos años, donde las traiciones, los robos, las difamaciones y las injurias, se han paseado a sus anchas por mi vida, pero estoy pensando que a lo mejor no las escribo, no quiero darle importancia a las "personas" que me han hecho tanto daño. El teatro, ha conseguido que las risas de la gente entren en mi alma y aprender a perdonar ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Marco corretea a mi alrededor y al verme pensativo, se para, me mira y después de mover la cabeza, sigue jugando consigo mismo. La noche empieza a sentarse en el jardín a mi lado y me recuerda que empieza a hacer un poco de fresco. Estoy pensando si adornar la casa con las cosas de Navidad o solo poner un Misterio en una mesa del salón. Cuando no hay niños en casa la Navidad pierde el aroma y lo de: "Vuelve a casa vuelve" no tiene sentido cuando ya no están los que tú tenías a tu lado en otros tiempos. Recordar no es entristecerse, tan solo saber que sí has vivido y que en mi caso ha sido una vida intensa. En esa viva vivida, estáis muchos de vosotros, muchas risas compartidas y mucha felicidad regalada y eso no lo puede decir todo el mundo. como decía mercedes Sosa "Gracias a la vida, que me ha dado tanto..."