Se han confabulado muchos....
Se han confabulado muchos para oscurecer mi vida, pero no han conseguido apagar la llama de mi interior, casi no se podía ver hace un año, pero poco a poco y gracias a vosotros vuelve poco a poco y no sin esfuerzo, al punto donde nunca debí de abandonar. Me engañaron sí, claro que lo hicieron, porque yo confío en la gente, pero lo curioso es que solo ganaron dinero y sus vicios y caprichos, han hecho que el dinero se esfume y a mi me hayan perdido para siempre, yo cuando corto no zurzo. También puedo afirmar, que perdono y hasta veces olvido, pero no es menos cierto que quitarse mochilas repletas de envidia, maldad, ambición y mediocridad , te deja el cuerpo y el alma con ganas de empezar de nuevo a subir la cuesta de la vida, aunque sepas, que ya no tienes veinte años, pero también conoces atajos que antes desconocías. Ha pasado un año, para unos, para otros, tres o cuatro y ya cuando vuelvo la cabeza, no están al alcance de mi vista ¡Que la vida os trate como me tratasteis a mi! es lo menos que os puedo desear. Todas las mentiras que se han contado sobre mi, van muriendo poco a poco, porque la coherencia hace que la mentira tenga las patas muy cortas, y la vida es como un frontón y muchos no saben que sus mentiras les rebotan. Nunca me he drogado y le han puesto nombre hasta al camello que me la vendía. Nunca he maltratado a una mujer y la vida las maltrata por mentir. Nunca he robado y mi dinero, ganado con el sudor de muchos años, les ha quemado las manos por la avaricia. He respetado y querido a mis padres hasta el último día de su vida y lo sigo haciendo de su recuerdo. Lo más gracioso, es que nunca he deseado la mujer de mi prójimo y santifico las fiestas haciendo reír a los demás. Nunca he blasfemado y ellos sí lo han hecho ante mi, para pisotear mis creencias, pero el agua de las alcantarillas nunca ha lavado mi cara. ¿Tengo defectos? Claro soy humano , pero cada día los asumo más y eso nos hace más cercanos a los demás. Hay algo que no he hecho bien, está claro, decir las cosas a la cara y con claridad, eso no es rentable, pero ya a mis 67 años, no tengo el cuerpo para arrodillarme, bajar la cabeza y lamer culos de mediocres endiosados ¡Bueno, me he quedado de lo más bien y sin meterme con nadie!