No pretendo
No pretendo equipararme,
ni en grandeza ,ni en ingenio,
con tan grande caballero,
que la lengua dominara.
Castigado por el rey
y olvidado por España,
reconocieron, ya muerto,
su valía en la palabra.
Más no lograréis callarme,
ni mis versos despreciando,
diciendo que hago ripios,
a los versos que yo hago.
Solo son dardos que llevan,
mi verdad acalorada,
al ver como están robando,
los gobernantes de España.
Sálvase algún caballero,
y quizás alguna dama,
más no merecen perdón,
los que tanto la maltratan.
Don Francisco, si volviera,
volverían a encarcelarlo,
Y don Góngora sería,
del poderoso el criado.
Escribiendo por las redes,
lo que el amo le mandara,
después de lamerle el culo,
por una pingüe soldada.
Moncho Borrajo.