Mi ciudad no está vacía
19.04.2020 21:33
Pasó el aplauso y los gritos, que salen de los balcones. La noche se fue acercando sigilosamente, como si la niebla del alba se hiciera nocturna. Alguien me dice que las calles están vacías y que las farolas ya no tienen sobras de novios ni esperas. La ciudad no está vacía, está repleta de esperanzas, guardadas en cajas de cemento con ventanas. Apiladas como cajas de zapatos en una zapatería, donde se juntan las zapatillas de ballet con las alpargatas y las botas del obrero, con los zapatos de tacón de suela roja carmesí. La ciudad no está sola, yo al menos la siento, como aleteos de millones de mariposas, que quieren salir a volar. La ciudad se ilumina con luciérnagas amables y desde hace muchos, muchos años, nos gnomos de los parques y las ninfas de los estanques, pueden salir sin peligro a pasear libremente. Asomaros al balcón, en silencio y escuchar la noche, el aire trae historias muy antiguas, que nos contaban los abuelos a la luz de la chimenea o de la cocina de hierro. Sé que no es fácil no sentirse traicionado. Se también, que la impotencia produce ganas de venganza, pero todo eso nos hace daño dentro, donde ellos no pueden entrar. Creyente o no, cada ser humano tiene eso que damos en llamar conciencia y por muy bien que le hayan extirpado de su corazón los sentimientos, desde pequeño, siempre habrá un espejo que refleje la cara del cobarde en el, y no tiene escapatoria. Su ciudad si está vacía, y su casa, porque lo está su alma, por mucho que ellos y ellas digan que eso no existe, quizás se autoconvencerse de ello, para no enfrentarse a sí mismos. Mi ciudad no está vacía, solo es que la noche la ha tapado con su manto , porque dicen que esta noche refresca.Mañana los pájaros volverán a los balcones, la ciudad no está vacía.