La maleta.
Los amigos son como los pétalos de la flor de la vida. Cuando uno de ellos se marcha , es como si uno de los pétalos se cayera y nos fuera dejando poco a poco desnudos ante la vida. Los que nos dedicamos al mundo de la farándula,nos vemos poco, pero la admiración que sentimos entre nosotros, nos hace tener algo en común, que nos mantiene unidos por pequeñas telas de araña de ilusión. Nuestro trabajo no nos permite estar mucho tiempo juntos, pero lo poco que estamos, al menos en mi caso, lo aprovecho como si fuera un postre exquisito. Esto no ocurre con todos , claro está, pero cuando coincides con alguien que te regala algo de su ser, es entonces cuando pasados los años, le puedes recordar, con el cariño con el que yo recuerdo a algunos, con los que mantuve un hilo de ilusión, durante un tiempo mínimo. En pocos años se han marchado muchos, demasiados diría yo, y es entonces cuando uno mira una maleta en el armario de su casa y piensa: ¿ Cuándo tendré que hacerla? pregunta tonta, porque nada te llevas, tan solo lo vivido con el corazón, las sonrisas, el silencio, los besos y las miradas de los niños, cuando te miran con la sorpresa en sus ojos y yo , con la mirada de Marco preguntándome si conozco a Dios.