Nunca comprendí al ladrón,
que acusando a un compañero,
luego el roba más dinero,
sin tener acusación.

Dentro de la profesión, 
se respetan con espero,
pues les manda don dinero
que la conciencia perdió.

Damas, por llamarles algo
hipócritas caballeros,
cornudos y zalameros,
huidizos como el Talgo.

Aves de rapiña tal
que se pasan devorando 
los pobres que van creando
con su conducta inmoral.

Banqueros de alma empeñada,
a Suiza viajeros.
que quieren chupar más sangre
a cuenta de los dineros.

Mentirosos convulsivos,
que sus mentiras creyendo,
hacen de las joyas mierda,
y de la mierda sustento.

Pagadores a la iglesia 
por los pecados previstos,
pasándose así de listos
por creer en el infierno.

¿Como podéis cenar hoy?
sabiendo que a vuestra cuenta
tenéis ya la tumba abierta.
y de eso seguro estoy.

Que el cielo os haga pagar,
en vuestras carnes mortales
llagas como de animales
y vuestros ojos cegar.

Quisiera veros llorar
pidiendo perdón sincero
y que comierais dinero,
en vez de daros buen pan. 

Desde la izquierda burguesa
a la derecha faltona
no mereceis más poltrona
que de cerdos cochiquera.

Pidiendo al cerdo que aguante
a su lado tanta mierda. 
como estamos aguantando
desde la última guerra.

Me despido, más no olvido,
y ruego a Dios y a los cielos
que no veáis más que penas
si no arregláis este entuerto.

Y así me caiga muerto
si no es verdad tal deseo,
al ver como sufre el pueblo
Y esta España que quiero. 
El petirrojo.