Gran Canaria
Cuando una tierra te acoge,
como a mi, lo hizo Canarias,
te duele el alma al verla,
que se quema y se desangra.
Desde la cumbre hasta el mar,
lloran tristes los barrancos,
mientras un pueblo no entiende,
que la olviden sus hermanos.
La isa y la folía guardan silencio,
y se olle una malagueña, gritando al viento,
¡Mandarnos agua!¡mandarnos agua!
que se quema el jardín, que tiene España.
Ocho mujeres amantes lloran hoy amargamente,
Porque Gran Canaria arde y huele a muerte.
¡Yo te maldigo!
gobernante que olvidas donde yo vivo.
Moncho Borrajo.