El tiempo ha terminado

El tiempo ha terminado. La arena ya casi no cae por el pequeño agujero del reloj. Hemos tocado casi fondo , en esta vorágine monetaria, que nuca he entendido y nunca entenderé. Los bancos juegan con un dinero que no tienen, el hambre corre por el mundo como si fuera su casa. La desesperación de la gente la lleva al suicidio o a la humillación de tener que pedir, para poder alimentar a sus hijos etc. etc. Todo por la avaricia de unos pocos, que se merecen dejarlos en la calle a la intemperie en una noche de frió glaciar. Personas sin sentimientos , donde solo el sonido del dinero alimenta sus corazones. ¿Quienes son? ¿Donde viven? Se ocultan como las alimañas y viven en lugares protegidos porque su miedo es de verdad, tienen miedo a que sepamos quienes son. Yo no pido venganza, nunca me ha gustado ese término, pero si Justicia, la más elemental, la más sencilla, esa que hacen los pueblos cuando ya no pueden más. El tiempo se termina y ya no nos queda aire. ¿Como hemos llegado a esto? Ellos lo saben, es a ellos a los que les interesa que estemos mal. ¡O dioses! si me escucháis, hacer que estos hijos de la serpiente y el fuego, sepan en sus propias carnes el dolor de tantas madres desesperadas y padres que no pueden ver la cara de sus hijos. Dioses del averno hacer que conozcan vuestras mazmorras y el dolor de sus cuerpo en llagados. No puede ser que unos pocos sean tan crueles con tantos.