De mi niñez
De la niñez me queda la esperanza,
los recuerdos de las calles empedradas,
los balones con trapos del trapero,
de un barrio plagado de nostalgias.
Me queda la playa y la arboleda,
y la radio sonando a todas horas,
me queda que no existían modas,
y que era feliz, hasta a deshora.
Los manteles a cuadros con bastilla,
las rosquillas de mi madre en la cocina,
y la radio sonando a todas horas,
pero nunca a toda pastilla.
Un clavo, un trompo, una varilla
del paraguas roto de la abuela,
una pizarra, un pizarrín o una cuerda,
y la caja de cartón, la sempiterna.
De la niñez me quedan las creencias,
de un Dios, con el que mucho he discutido,
el amor de mi madre y nunca el frío,
y de mi padre que jugaba conmigo.
¡De mi niñez me quedan tantas cosas!
Que dentro de este otoño, vive un niño.
Moncho Borrajo.