A veces me sumerjo....

25.07.2018 22:17

 

A veces me sumerjo en una nube de nostalgias, con la sana pretensión de no olvidar lo vivido, porque los años muchas veces nos traicionan y borran nuestros recuerdos. La tarde no ha sido calurosa y los recuerdos de otras fiestas en el día de Santiago, me han traído recuerdos de mi infancia. Veranos de juegos y amigos desconocidos, niños que venían de otras partes de España donde sus padres habían emigrado y que volvía al pueblo de sus mayores. No había móviles, ni tableta y para poner una conferencia había que esperar mucho tiempo, mucho. Marco anda por el jardín y a veces viene a ver que hago y vuelve a marcharse al ver, que solo le saludo y sigo lejos con mi mente, muy lejos. Nervioso, por pensar si mi próximo espectáculo estará a la altura de lo que esperan de mi, porque es algo nuevo para mi, lo que voy hacer el día 1 de septiembre en La Coruña como comienzo de una gira, que aún no se a donde me llevará. Los nervios de los que no podemos permitirnos fallar. La noche se ha dejado ver poco a poco y el viernes nos anuncian que veremos una luna roja y al planeta Marte más cerca, algo para no olvidar, pero como siempre, nos olvidaremos de los que tenemos cerca y vemos todos los días. Hace dos años por estas fechas, todo lo veía negro, sin salida, sin luz en el fondo, pero un buen tratamiento médico y el cariño de algunas personas, han conseguido que esa nube de recuerdos, sea más clara y hermosa. A lo peor, porque mejor no se puede decir, alguien que entra en este muro, está pasando por esa noche oscura, que diría San Juan de la Cruz, solo decirle, que se puede salir, sí, cuesta, ¡Claro que cuesta! pero se sale. A veces me sumerjo en una nube de nostalgia...

La imagen puede contener: Moncho Borrajo Domarco, sonriendo, gafas, primer plano e interior
 
 
 

A veces me sumerjo en una nube de nostalgias, con la sana pretensión de no olvidar lo vivido, porque los años muchas veces nos traicionan y borran nuestros recuerdos. La tarde no ha sido calurosa y los recuerdos de otras fiestas en el día de Santiago, me han traído recuerdos de mi infancia. Veranos de juegos y amigos desconocidos, niños que venían de otras partes de España donde sus padres habían emigrado y que volvía al pueblo de sus mayores. No había móviles, ni tableta y para poner una conferencia había que esperar mucho tiempo, mucho. Marco anda por el jardín y a veces viene a ver que hago y vuelve a marcharse al ver, que solo le saludo y sigo lejos con mi mente, muy lejos. Nervioso, por pensar si mi próximo espectáculo estará a la altura de lo que esperan de mi, porque es algo nuevo para mi, lo que voy hacer el día 1 de septiembre en La Coruña como comienzo de una gira, que aún no se a donde me llevará. Los nervios de los que no podemos permitirnos fallar. La noche se ha dejado ver poco a poco y el viernes nos anuncian que veremos una luna roja y al planeta Marte más cerca, algo para no olvidar, pero como siempre, nos olvidaremos de los que tenemos cerca y vemos todos los días. Hace dos años por estas fechas, todo lo veía negro, sin salida, sin luz en el fondo, pero un buen tratamiento médico y el cariño de algunas personas, han conseguido que esa nube de recuerdos, sea más clara y hermosa. A lo peor, porque mejor no se puede decir, alguien que entra en este muro, está pasando por esa noche oscura, que diría San Juan de la Cruz, solo decirle, que se puede salir, sí, cuesta, ¡Claro que cuesta! pero se sale. A veces me sumerjo en una nube de nostalgia...

La imagen puede contener: Moncho Borrajo Domarco, sonriendo, gafas, primer plano e interior