¡Chao Bello!

Lindsay Kemp de ha ido sin decir palabra, dejando tras de si mi admiración, mi respeto y la magia maravillosa que provocó en mi, cuando en la función "Nuestra señora de las flores" consiguió dejarme pegado a la butaca y como él, sin decir palabra. La medida, la dulzura del tempo bien medido, la percusión perfectamente marcada y la transformación meticulosamente realizada , todo ello unido a la magia de Oriente y el mimo de occidente, hicieron que siempre soñara con tus luces y el amor por todo lo que hacías. Yo sigo peleando por tener unas luces perfectas, un humo exacto en el tiempo justo, un maquillaje realizado sin prisas y una sonrisa en el público y si puede ser , dejarles la sensación de que lo que ha sucedido ya no se repite más; será muy parecido, pero diferente siempre en algo. Siempre seré un aprendiz y tu un maestro del mimo ¡Chao Bello!