¡Cuanta mierda!
¡Cuanta mierda!
Oigo a la mierda hablar
y dar consejos cagando,
mientras el pueblo orinando,
vota como defecar.
Todos cagan sin parar
en un lugar circular,
donde cobran por cagar,
de manera diferente.
Creándose tal ambiente,
que entran ganas de cagar.
A otros da por defecar,
desde Europa berreando,
al tiempo que otros cagando,
en la cárcel van a bar.
Diarreas, zurullitos,
y cagadas con potencia,
hacen que sea una ciencia,
tales formas de cagar.
De la derecha a la izquierda,
pasando por el retrete,
tanto caga, saca y mete,
esta gentuza de mierda,
que entran ganas de cagarse
pero en familias completas.
Nunca dio tanto la mierda,
como en la España de ahora
donde se paga por horas
quien más caga y más enmierda.
¡Perdón por usar la mierda!
para crear un poema,
así, me podrán decir,
que es un poema de mierda.
moncho borrajo.